Misión en Lenkisem, Kenia, un sueño hecho realidad
24/10/2023
Autor: María del SagrarioTrujeque Patricio
Foto: Cortesía

 María del Sagrario Trujeque Patricio, estudiante de sexto semestre de la licenciatura en Medicina, fue una de las 8 seleccionadas para misionar en África y quiere servir a la comunidad compartiendo sus conocimientos para sembrar el cambio, conoce su experiencia en Lenkisem, Kenia. 

La oportunidad que tuve de ser elegida por Dios para vivir esta misión, fue algo maravilloso. Aún no puedo expresar con palabras todo lo que pude vivir y sentir estando allá, ya que todo era como estar en un sueño.

Desde el primer momento en el que supe que fui elegida, no lo podía creer, ya que desde pequeña uno de mis sueños más grandes era ir a África y saber que ya lo había logrado era increíble, pero pude entender que los tiempos de Dios son perfectos y que él sabía cuándo era mi momento de ir.

Llegar a Nairobi, la capital de Kenia fue un golpe de realidad, ya que aún no podía creer que ya estaba del otro lado del mundo, pero sabía que la misión ya había comenzado.

Conocimos a los Misioneros de Guadalupe y fue una grandeza, ya que son los sacerdotes que se encuentran en Kenia llevando a cabo la misión. 

Cuando me enteré  que viviría la misión en Lenkisem, Kenia, una comunidad rural donde habitan "los Masai ", una de las 43 tribus que posee Kenia, y zona que se ubica a 5 horas de la capital, no me imaginaba lo fácil que era ver distintos animales de la Sabana, algo increíble de observar. En verdad era impresionante que desde el primer día pudiéramos apreciar tanta flora y fauna como un regalo de Dios. 

Cada día del mes que pudimos vivir allí  fue despertar en un sueño lleno de maravillosas experiencias, las personas eran muy cálidas y bondadosas, ya que de acuerdo a su cultura las visitas son una bendición, así que siempre nos recibían en sus bomas (casas) con un té Chai como signo de bienvenida, de igual forma creen que los animales deben ser respetados en su área natural, por lo que conviven con ellos sin ningún problema. 

Los masai, son una tribu llena de tradiciones y costumbres, las personas bailan y cantan mucho, el movimiento de sus hombros con  la cabeza, sus saltos, la vestimenta que con mucho orgullo portan, llena de chaquira bordada y telas que los cubren, las procesiones en misa, las cuales hacían que se sintiera como estar en una fiesta me permitió entender qué hay muchas formas en las que podemos adorar a Dios y venerar,  aunque estemos del otro lado del mundo. A pesar de las dificultades que pudieron enfrentar por la sequía que vivieron durante 3 años, ver la luz de esperanza en sus miradas y palabras, me hacía pensar que todo mejoraría ya que ellos confían en que Dios no los abandona y los tiempos mejorarán. 

Su lengua es el kimaasai, y alguna de las palabras que pude aprender fue "ashe oleng", que significa muchas gracias, "coco", abuelita, "tafadali" por favor, "olajunny", niños  y una de las frases "kaata in shipai pee kinepuno oie", qué significa, un gusto conocerte. En especial me daba mucha satisfacción  poder decirla ya que para las personas era muy significativo que alguien de otro lugar se esforzará por entenderlos y sobre todo querer aprender; algo que identificó mucho esta misión fue la intención de servicio que teníamos como equipo, puesto que sabíamos que no debíamos ir con la intención de imponer o enseñar sabiendo que ellos ya tenían la mayoría de las cosas organizadas por la iglesia.

Dentro de las actividades que realizamos, estuvo el visitar a los niños en las escuelas, en donde les enseñamos canciones y platicábamos sobre temas de superación, puesto que para nosotros era importante que ellos sintieran que a pesar de las dificultades también podrían estudiar y salir adelante, aunque la adversidad pueda parecer difícil.

Poder llegar tan lejos para mi fue un sueño hecho realidad, no puedo estar más agradecida con Dios por haberme dado la oportunidad de permitirme ser testigo de la fe en Kenia y el gran trabajo que hace la iglesia para enseñar, acompañar y amar al prójimo, si pudiera describir esta misión en dos palabras, diría que fue única y especial.