Misión en Kenia, un abrazo al corazón dado por Dios
17/08/2023
Autor: Geizi Fernanda Rodríguez de Alba

“Mi misión en Kenia fue darme cuenta de la realidad de otras personas, ver la alegría y amor de Dios en cada rostro e historia. Mi misión en Kenia fue asombrosa”: Geizi Rodríguez

Kibera es considerado el ghetto más grande de todo África, es un lugar  que podría describir yo como una colonia pequeña donde están construidas casas de lámina una sobre otra. Casas muy pequeñas de aprox 3x3 o /2x2 metros donde viven familias que comparten baño (letrinas) con otras familias. Para llegar, se extienden caminos llenos de  basura y chivos o cabras pastando, pero es una mini ciudad; cuenta con tiendas, barberías y servicios de teléfono.

La parroquia de Our lady of Guadalupe, se encuentra a las afueras de Kibera, sin embargo, pese a que se encuentra más cerca de Kibera hay parroquianos que son de clase media- alta que asisten a la iglesia de manera activa.

De mi día como misionera en la comunidad de Kibera en The  Parish of our lady of Guadalupe les puedo compartir que nos medio levantamos a las 5 am cada día porque se escuchaban las bocinas de la comunidad de musulmanes quienes atendían puntuales el llamado para hacer oración, debo confesar que al inicio fue algo que me asustó porque obviamente la primera noche no sabía qué estaba pasando, pero después de lo cansada ya ni me levantaba, aunque sí escuchaba las bocinas pero me volvía a dormir para levantarme a las 7 am hora en que nos levantábamos para prepararnos para ir a la escuela de niños donde de entrada hacíamos oración, luego escuchábamos los anuncios matutinos y los viernes, incluso, los acompañamos a los honores a la Bandera. Algo que debo decir, es increíble por el respeto que muestras a su Bandera, pero también la forma de hacerlo era única porque en su himno tenían hasta movimientos específicos para cada parte de la canción.  

A las 8:15 am, Petra nos preparaba un desayuno muy mexicanizado por decirlo así, era huevo con jitomate, cebolla, pan tostado, avena y café o jugo de cajita, la verdad es que nosotros nunca sufrimos de hambre porque Petra nos hacía sentir especiales. Incluso un día nos hizo pozole con tostadas y todo.

Durante el día, nos dividimos para poder acompañar a los niños en la escuela según los  grupos, por ejemplo a maternal los veíamos a las 10 am, a 6to a las 12 pm y así toda la semana para poder jugar con ellos o enseñarles, incluso terminamos tomando algunos de nosotros clases de inglés con ellos, porque en Kenia hablan 3 idiomas inglés, swahili y el idioma de la tribu a la que pertenecieran las personas, por ejemplo existe canva, luo, etc.. ( hay como 42 tribus). Cuando se podía les ayudábamos a que sirvieran de comer. Después como a la 1:00pm íbamos a organizar las despensas que daban en la Parroquia por fecha de caducidad y producto donde les escribíamos frases motivadoras. La despensa normalmente estaba formada por arroz, azúcar, sal, masa para ugali (que es su comida típica; es una masa como de tortilla en forma de pastel) o para hacer chapatis (son como tortillas de harina) jabón, charales y pan. A veces nos tocaba también organizar la ropa donada entre niño, niña, mujer y hombre.

Luego comíamos, ya en la tarde como a las 4pm nos tocaba ir con la sister Josephine, la coordinadora de la pastoral,  para poder ayudarle a crear una base de datos (en excel o acomodar sus carpetas) de todos los parroquianos activos, y poder dar seguimiento a ellos, me encargaron revisar los kits de primeros auxilios y hacer un manual de primeros auxilios para los ellos y la escuela, entonces ese momento lo utilizaba para poderlo adelantar y tenerlo listo. 

 

La sister Josephine se iba a las 6 pm así que a esa hora levantábamos todo para ir a misa o a descansar. Las maestras del kinder nos pidieron hacerles adornos a los niños para sus salones entonces hicimos los días de la semana en forma de cohetes espaciales, luna y un sol diciendo “welcome”. 

>La parroquia donde estábamos tenía muchos departamentos, tanto el Educativo, el Legal, Comunicación, Pastoral  y Trabajo Social.

En lo educativo es la escuela para niños dirigida por la sister Lissi, también estaba Nicole quien era la encargada de la biblioteca de la parroquia. En la escuela está la comunidad de sordos dirigida por Freed (la comunidad más grande de Nairobi), Freed les ayuda a regularización para materias de escuela y también da catequesis, incluso forma intérpretes, era bien bonito ir a misa y ver a sordos incluso disfrutar del baile y la música . 

En el Legal y Trabajo Social se dedicaban a canalizar a los parroquianos con problemas legales, financieros, psicológicos e incluso si se podía de salud. Algo que a mi me parecía muy bonito es que no era para nada asistencialismo, si alguien necesitaba dinero para su negocio, despensa o medicina se les ayudaba a cambio de que ellos ayudaran a otras cosas en la parroquia, podría ser desde barrer la entrada 1 vez a la semana, ser encargado de 1 misa, dar asesoría académica o así, es decir era una cadena de servicio.

Los domingos era una fiesta todo el día, desde las 7 am estaba lleno de gente que iba a misa y se quedaba a grupos de coro para practicar (cada coro cantaba increíble de verdad no había alguno que no lo hiciera,  lo hacían con tanta dedicación y amor). Los grupos de señoras que se reunían a platicar y meditar la misa, los carismáticos, los coros y el grupo de jóvenes los cuales conquistaron mi corazón al escuchar su amor por Dios, cada historia que contaban desde su experiencia laboral, estudiantil y familiar me movía  porque entre todas sus historias había amor, esperanza y fe. Ellos se juntaban para meditar la misa y organizar actividades deportivas y culturales dentro de su parroquia, como desfiles de moda estilo Africano o encuentros deportivos. Los jóvenes tienen sueños enormes: ser pintores, contadores, basquetbolistas profesionales, médicos… solo que era difícil cumplirlos, pero no imposibles.

Las misas eran mágicas y en verdad cada misa era una experiencia única, duraban incluso 5 horas de tantos bailes, cantos y speeches, pero nadie se salía hasta que se acababa porque se sentía el amor de Dios.

La labor de los misioneros de Guadalupe es muy bonita la manera en la que se adaptan a la cultura sin descuidar la esencia de la fe es como conquistan a las personas, porque no solo les muestran a Dios, los apoyan a crecer, esa parroquia de trabajos, amistad, regala sonrisas. Sin duda, el Padre Ignacio y Víctor (los encargados de ahí) han conquistado a cada persona.

También tuve la oportunidad de ir a ver la labor de los Hermanos de la Caridad, tiene un orfanato de niños con problemas de salud mentales y neurológicos. Yo me sorprendí al ver su labor con lo poco que tienen y lo mucho que hacen, los niños estaban felices no estaban recluidos en sus cuartos, ellos construyeron un jardín para pasear y se sintiera más ameno, sin mencionar la calidad de sus cuidados.

Mi misión en Kenia fue darme cuenta de la realidad de otras personas, ver la alegría y amor de Dios en cada rostro e historia, mi misión en Kenia fue asombrosa.