Dicen que los mexicanos tenemos una fiesta o celebración para todo, y bueno, en la mayoría de los casos, así es. Sin embargo, nos hemos quedado cortos en el mes de noviembre, en estos días el resto de los países se puso creativo para dar paso a celebraciones enfocadas al género masculino, como el Día del Soltero, el Día del Hombre o el No Shave November.
 
¿Habías escuchado de estas celebraciones? Bueno, si no has escuchado sobre estos días o conmemoraciones, no te sientas culpable pues de hecho son muy poco conocidas, o al menos en México no han tomado la dimensión que tienen en otros países.
 
Por ejemplo, el Día del Soltero que tuvo origen en China y tiene como fin el combatir los niveles de estrés en los hombres por la presión social que existe para que éstos consigan pareja.

Sí, al contrario de México y debido a los controles de natalidad que en el pasado tenía China, la población femenina es escasa, razón por la cual los hombres batallan para encontrar pareja.

Por otro lado el Día del Hombre, nació en Estados Unidos y tiene como propósito el promover modelos masculinos positivos, celebrar las contribuciones del género a la sociedad , poner de relieve la discriminación contra los hombres, entre otros propósitos que coadyuven a crear un mundo más seguro.

Por el contrario, en el caso del No Shave November, es una iniciativa que surgió en Australia con el propósito de concientizar a la sociedad respecto del cáncer de próstata. La idea es que los hombres se dejen crecer el vello facial, ya sea bigote o barba, con la intención de que el dinero que ahorran de ir a la barbería o en la compra de cremas y/o rastrillos sea donado a fundaciones enfocadas a la prevención del cáncer así como a impulsar la investigación en la materia.

La verdad es que quizá parezcan conmemoraciones sin sentido o por momentos innecesarias, pero ya que andamos en la época de la equidad de género, pueden ser propuestas interesantes que deberíamos adoptar porque pareciera que el género masculino lo tiene todo al contrario que el femenino que debe luchar por aquello que necesita de la sociedad y nos olvidamos que también ellos tienen sus peticiones especiales, que también ellos tienen problemas de salud, y que también ellos contribuyen en la conformación de una sociedad más justa y segura.

Debemos olvidar esa lucha de géneros en la que por momentos algunos grupos nos envuelven para empezar a pensar en que lo bueno que hagamos no solo por nuestro género, sino también por el opuesto, contribuyen para normalizar las buenas conductas, entendamos que el preocuparnos por el bienestar de los demás no nos hacen ni menos hombres ni menos mujeres, sino por el contrario, aprendemos a vivir en sociedad.