Hola queridos lectores intelectuales, su preferida y polémica columna regresa para tratar nuevos temas, en esta ocasión les comentaré sobre las injusticias o incongruencias con que se topa uno al conseguir trabajo.

Quizá hay muchos que piensen “soy muy joven y no tengo que preocuparme aún por conseguir trabajo porque estoy estudiando”, lamento decirles que es justo ahora que debemos preocuparnos, pues es el momento de formar experiencia laboral, sí esa que siempre te piden cuando sales de la universidad e intentas comerte al mundo de un bocado porque ya terminaste tus estudios.

No quiero amargarles su trayecto por la universidad, pero quiero compartir con ustedes algo que me sucedió en verano:

Pasa que, por cuestiones personales, me vi en la obligación de buscar empleo y la verdad no fue nada sencillo. En principio creí que por ser estudiante universitario, valdría un poco para conseguir un trabajo de cajero en un supermercado o una tienda de autoservicio, entregué cerca de diez solicitudes de empleo, sin embargo, me topé con el problema de que no tenía experiencia laboral, sí ni siquiera para ser cajero, no sé ustedes, pero al saber utilizar una computadora y ser parte de la generación Milennial uno cree que al estar en contacto con la tecnología todo el tiempo, sería más que suficiente para poder desempeñar la función de cajero, pero no fue así.

Pudiera parecer broma, pero fue una decepción para mí ser rechazado por cerca de diez establecimientos, ya sea por no contar con los años de experiencia que solicitaban o por no tener la edad, porque en algunos lugares no te admiten si no tienes 21 años como mínimo. Finalmente toqué el corazón de una buena persona que sin importar los requisitos me dió la oportunidad de trabajar, pero me puse a pensar, si eso pasé yo, que no me considero una persona inútil, que soy joven, que si bien no tengo experiencia puedo aprender fácilmente, cómo le hacen los demás que ni a secundaria o primaria llegan.

Esta anecdota no intenta deprimirlos, ni mucho menos, es más bien una invitación a que ahorita que pueden y que quizá no lo necesitan, porque tenemos el apoyo de nuestros padres, empiecen a formar curriculum, a que hagan experiencia laboral, si no es en el área en la que están estudiando en alguna otra que llame su atención, porque creanme la van a necesitar. 

Ahora somos muy jóvenes para poder entender muchas de estas situaciones, pero el tiempo no espera y mucho menos el mundo laboral que siempre está en busca de personas que resuelvan problemas. Al contratarnos las empresas no quieren perder tiempo en capacitarnos porque requiere tiempo, y tiempo es dinero.

Así es el mundo laboral compañeros, no es nada agraciado con las personas, todos buscan gente que sea una caja de monerías en la cual puedas hacer una y mil cosas y encima cobrando debajo de los 5 mil pesos mensuales. Muchos podrían decirme que eso debería ganar una persona sin estudios, pero según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tener una carrera universitaria ya tampoco es garantía para ganar un buen sueldo.