Gxiba-1, cimiento del sueño espacial UPAEP
02/03/2022
Autor: Fernanda Bretón

La idea de este proyecto se gestó desde el arranque de la Licenciatura en Ingeniería Aeroespacial; hoy estudiantes y profesores cumplirán esta asignatura pendiente.

Febrero trajo una noticia que emocionó a la Comunidad Universitaria: “la UPAEP fue seleccionada por la Oficina de Asuntos del Espacio Exterior de las Naciones Unidas (UNOOSA) y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) para desarrollar un nuevo nanosatélite, con la misión de monitorear la actividad de los 12 volcanes activos de México”.

Sin embargo, esta meta no es nueva para UPAEP, en entrevista para UPRESS el Mtro. Eugenio Urrutia Albisua, Director General del Proyecto Gxiba, dio a conocer que este proyecto se comenzó a gestar desde el inicio de la Licenciatura en Ingeniería Aeroespacial.

“Cuando se creó la carrera de Ingeniería Aeroespacial nosotros casi inmediatamente pensamos en lanzar un cubesat y empezamos a hacer estudios con globos meteorológicos sobretodo para probar la telemetría, o sea la transmisión de datos y algunas cuestiones de fotografía e íbamos bastante bien, de ahí salió la idea de que nuestro primer cubesat iba a ser un satélite que pudiera estudiar el volcán Popocatépetl desde el espacio”, enfatizó.


Relató que en medio de estos estudios de telemetría fue que conocen a una persona de NASA y al ver el trabajo que se estaba realizando en esta materia es que les encargan la misión de lograr la intercomunicación con la constelación satelital Global-Star y fue así como surgió el AztechSat-1, el cual fue todo un éxito.

El también Vicerrector Académico reconoció que muchos de los aprendizajes obtenidos a través del desarrollo del AztechSat-1 serán ahora aplicados en el Gxiba-1 que será lanzado por la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón. “Podemos decir que regresamos o más bien retomamos el proyecto de los volcanes una vez que concluimos con el AztechSat-1”.

Enfatizó que UPAEP se convertirá en la primera institución educativa en fabricar el segundo satélite mexicano que pasa por la Estación Espacial Internacional, “ninguna institución ha puesto uno en la Estación más que nosotros y el que viene también va a ser de nosotros y eso no es menor, el hecho de que pase por la Estación Espacial significa que tiene un nivel de exigencia mucho mayor”.

“Lo que se demostró con el AztechSat-1 es que se vale soñar y que podemos con cualquier sueño que nos pongamos enfrente”, sentenció.

Sin lugar a dudas el desarrollo de este nuevo proyecto enfrentará nuevos retos, en este sentido Urrutia Albisua mencionó que uno de ellos es que este es un equipo nuevo de trabajo ya que entre el 80 y 90% de los estudiantes son nuevos, no solamente en el sentido de que se acaban de sumar a este equipo, sino que son estudiantes de nuevo ingreso, pero “vale la pena porque están muy entusiasmados los chavos, están muy contentos, están muy tirados para delante y la verdad no los queremos dejar fuera”.

El poder participar en este proyecto les traerá un gran crecimiento académico y profesional, “es algo que les va a cambiar la vida y les abrirá oportunidades en muchos lados”.

El otro reto -dijo- es referente al diseño del satélite para que pueda contener las tarjetas que requiere, así como la cámara; y como último reto mencionó la relación con la gente de Japón, no solo por el idioma, el cual se puede sortear con el inglés, sino culturalmente, “es un reto que tenemos, lo vamos a resolver, pero siempre nos genera un poco de incertidumbre”.

En cuanto al desarrollo del proyecto, el Vicerrector académico mencionó que se seguirá la misma metodología que con el AztechSat-1, el primer paso es conformar al equipo, posteriormente se revisarán los requerimientos.

“Luego, vamos a entrar a una etapa de diseño previo o preliminar que es un diseño general pero ya con mucho sentido, una vez aprobado se pasa al diseño crítico que es donde ya tienes que diseñar hasta el tamaño del tornillo 4 y de la tuerca 6. Una vez que tienes esto pasas a la fabricación, integración y pruebas en México, luego las pruebas en Japón y si se cumple con todos los requerimientos, se le entrega a la Agencia para que ésta lo ponga en órbita. Es más, o menos lo que se hizo con NASA a no ser que tengamos otra indicación por parte de Japón”, explicó el académico.

Al preguntarle sobre su sentir personal sobre esta experiencia, mencionó que es muy gratificante el poder participar en este tipo de proyectos, ya que dan mucha vida y motivación, “trabajar con los jóvenes siempre me ha encantado y conformar el equipo de profesores que también son súper entrones y bueno ya con 37 años de servicio a la universidad, me gusta cerrar mi ciclo con este tipo de proyectos que fueron sueños míos de niño”.