Colaboración vs. Competencia: Desafíos y Oportunidades en la Investigación
09/09/2024
Autor: Daniel Serrano
Foto: Francisco Fernández

“¿Qué desafíos comunes se enfrentan los equipos de investigación de innovación cuando intentan colaborar en lugar de competir?”, preguntó Emilio Baños Ardavín.

En el marco del Summit de Innovación y Emprendimiento 2024, el panel “De la Competencia a la Colaboración: Sinergia en el Mundo de la Investigación”, debatió la importancia de fomentar la investigación y la colaboración entre jóvenes para impulsar su desarrollo personal y profesional.  

Se discutió cómo motivar a los estudiantes para involucrarse en proyectos científicos y sociales; se enfatizó que la investigación no debe ser vista como algo inaccesible, sino como una oportunidad para desarrollar habilidades, resolver problemas y contribuir al bienestar social.

El panel fue moderado por Emilio José Baños Ardavín, Rector UPAEP, y fue acompañado por Silvia Lorena Amaya Llano, Rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro; Alfonso Govela Thomae, Miembro Fundador y Mentor de la Fundación Linux, Capítulo Regional de Hyperledger Latinoamérica; y Gabriel González Molina, investigador y líder de Práctica en la Organización Gallup.

Baños Ardavín detonó la conversación con la pregunta, “¿Qué desafíos comunes se enfrentan los equipos de investigación de innovación cuando intentan colaborar en lugar de competir?” 

Alfonso Govela contestó primero, “la esencia de colaborar versus competir está en equilibrar las competencias personales. Cuando puedes ver que la competencia es diferente pero complementaria, entonces se abre la posibilidad de compartir, pero cuando la competencia es idéntica, entonces viene una competencia no de habilidades, sino de egos. Hay que saber que tan competentes somos con absoluta humildad”.

Por su parte, Silvia Amaya expresó, “hoy día la investigación tiene muchísimas aristas, a medida que vamos profundizando en un tema podemos ser muy competitivos, pero se puede complementar de una manera idónea con el expertise y el talento de otros grupos. La relevancia está en ver un problema desde diferentes ópticas y tratar de resolverlo en toda su perspectiva; el trabajo solitario como investigador ya no tiene relevancia”.

Gabriel González añadió, “Nos hemos quedado en la palabra «puesto»; si hay una realidad en los últimos 10-15 años es que el puesto cada vez pesa menos, lo que vale más es el rol, con base en mis talentos, con base en lo que yo hago mejor que los demás. Cuando una persona conoce sus talentos y se construye un rol, tiene una facultad extraordinaria para apreciar los talentos de los demás y poder trabajar en equipo mejor”.

Además, el Rector Emilio subrayó un fenómeno que se ha suscitado en Puebla y otras regiones, “ya es una política pública el fomento de los clusters; hoy tenemos ya 17 clusters instituidos donde precisamente se dan cita a industriales, académicos y a gobierno”. Preguntó también “¿Cómo es que este fenómeno suscita o es fruto de esta perspectiva colaborativa y competitiva, y qué rol juega el talento?”

La Rectora Amaya comentó que “el éxito de este tipo de colaboración de equipo radica, en que tanto las empresas, como el gobierno y las instituciones buscan potenciar a través de los clusters, la formación de recursos humanos de alto nivel”. Explicó que desde etapas tempranas de su formación se debe enfrentar a los jóvenes a tener contacto con problemas reales. “Cuando sumas experiencia y talento por la mano de de muchos especialistas, lo que el joven se lleva es un aprendizaje que le permitirá resolver cualquier tipo de problema”, afirmó.

A su vez, Govela Thomae señaló que el tema de los clusters “crea un ecosistema de interdependencia”. Detalló que la creación de un ecosistema en un espacio geográfico es lo que permite sinergia de talentos en el cluster. 

Ejemplificó, “hace muchas décadas, el código abierto fue una batalla. Estaba en contra de todo el mundo, y Linus Trovalds no sólo resolvió el tema técnico, sino que tuvo la brillantez de poder manejar la estrategia para crear un espacio de colaboración. Los clusters son espacios geográficos interrelacionados por interdependencias funcionales, lo que Linus hizo en la Fundación Linux, es crear un espacio, abstracto si quieren, de colaboración, donde los intereses y los talentos de cada quien pueden participar libremente y están participando por lograr el reconocimiento de su contribución gratuita a un software que puede ser utilizado por cualquiera, y que es mantenido y expandido y evolucionado por la comunidad”.

Ante la preocupación de los beneficios de las contribuciones gratuitas comentó que es precisamente, estas son contribuciones, no regalos, y que entre más gente usa el sistema, más fuerte es el estándar que se crea. Argumentó que las competencias construyen estándares, y que estos son espacios para que los talentos se logren expresar.

En cuanto al uso de las nuevas tecnologías, Baños Ardavín inquirió, “¿Cómo es que los jóvenes, que ya son los usuarios de estas tecnologías, pueden imprimir desde su perspectiva una dosis de criterio para saber cómo manejar y qué destino darle a todas estas potencias tecnológicas digitales?”

“El conocimiento más valioso el día de hoy es acerca de ti mismo”, apuntó Gabriel González. “Antes teníamos que ir a la biblioteca a leer los libros, el día de hoy si tú te preguntas «cuál es la bacteria ligada al virus tal hace una hora», hay ya 8 millones de referencias. La pregunta que les quiero hacer es, ¿si escribes tu nombre, cuántas referencias hay?” 

González Molina continuó con las siguientes preguntas: ¿qué tan bien te conoces a ti, qué haces mejor que los demás?, ¿cómo te relacionas con otras personas?, ¿cómo resuelves problemas?, ¿qué te motiva realmente?, ¿qué haces con superior velocidad y precisión? Expresó que, “a partir de ahí tú puedes ir construyendo un rol único que le va a dar valor a lo que tú haces”.

Para concluir, el Rector Emilio cuestionó si es posible generar sinergias para la prosperidad, si se puede pensar en esquemas más solidarios y colaborativos, o si se trata  simplemente de una utopía.

Alfonso Govela comentó que es necesario “hacer utopías para que dejen de ser utopías, crear espacios, creer en la gente, darles voz y trabajar con su propio lenguaje; si se deja hablar a la gente, las utopías se construyen y se vuelven realidad”.