[Fue seleccionada como parte del Youth Program como una de las representantes de México.]

Karen Paulina Cortazar Díaz, estudiante de séptimo semestre de la licenciatura en Comercio Internacional, participó en la Décimo Séptima Cumbre de Premios Nobel de la Paz en Mérida, Yucatán, lugar que hasta ahora es reconocido como un estado en paz.

Dicha cumbre, tuvo como lema “Deja tu marca por la paz”, y contó con la presencia de laureados de la Organización de las Naciones Unidas y activistas, Karen comentó que el evento pasó sus expectativas pues conoció a los 27 laureados que recibieron premios Novel de la Paz.

Entre las personas que participaron en la Cumbre estuvieron Kailash Satyarthi de India, que fue una de las historias que más le impactó; expresidentes de Sudáfrica, Colombia y Polonia, representantes de la Fundación Nelson Mandela y del Centro Martin Luther King, el Alto comisionado de las naciones unidas para los refugiados, quienes compartieron el trabajo que realizaron en sus respectivos países en favor de la paz y de la juventud.

Entre ellos, conoció a Rigoberta Menchú y a quien Karen describió como una mujer muy humilde con la intención de ayudar a migrantes, indígenas y en aspectos de violencia.  Karen pudo convivir con todos ellos debido a conferencias, talleres y peacelabs.

Para poder llegar a la Cumbre, Karen tuvo que aplicar a una convocatoria que le hicieron llegar por ser Ashoka,  pues no fue abierta al público, y ella fue recientemente elegida para ser embajadora de esta comunidad de líderes en la región centro del país

Cabe destacar que la organización colabora en la transformación de instituciones y culturas para la generación de prouyectos enfocados a contribuir al bien común y a la construcción de un mundo mejor.

De su aprendizaje al presenciar esta Cumbre Paulina Cortazar comentó “que no debemos volvernos ciegos ante los problemas que hay a nuestro alrededor, no podemos ignorarlos porque aunque pensamos que no nos incumbe, sí nos incumbe, y mucho, porque tarde o temprano, ese pequeño problema se volverá grande y llegará a afectarnos de maneras inmedibles.

“Hacer una hora de paz” la propuesta con la que Karen se quedó, ya sea hacer una hora al día o a la semana, en la calle o en el colegio, pero hacer una hora de paz es la diferencia entre solucionar o no un problema, si no actuamos nosotros nadie lo hará en nuestro lugar. Tenemos la capacidad para ayudar, hay que usarla.